No se pueden lograr resultados diferentes con la misma cabeza que generó los problemas.
Ya lo decía Einstein.
Si tienes una empresa o proyecto en desarrollo, notarás que día a día todo cambia.
Cambia la manera de promocionarlo, las tecnologías para agilizar la producción, y hasta el estereotipo de consumidores y los beneficios que buscan en su compra. Cambian, al interior de la organización, los equipos de trabajo, los niveles de interés y las motivaciones para avanzar.
Cambian los “para qué”, en todo sentido y en todo momento.
¿Cuál es el sentido que le damos a nuestra actividad?
Los negocios están cambiando, no es ninguna novedad. El estado de normalidad es el cambio permanente, y tal vez eso es lo más difícil de asimilar.
Muchas veces las empresas creen que hay un “conjunto de cambios” que sucedieron en un pasado reciente (como si hubiesen aterrizado todos juntos) y que deben ser entendidos o descifrados para poder conectar con los consumidores y entrar en la conversación. No es eso lo que sucede.
El cambio es la única constante
Hoy por hoy, la aceleración tecnológica, además de avances exponenciales, produce una aceleración interna en las personas y eso está directamente relacionado con los negocios a través del acortamiento de plazos de vida de productos y servicios, de las empresas y de la atención que estas obtienen con su propuesta.
No es “un” acortamiento, son “los” acortamientos acelerados en lapsos de tiempo cada vez más breves. Esto es en lo que no reparan las empresas al evaluar la situación.
Por el contrario, las organizaciones creen que una vez que encontraron cierta clave para conectar con las personas y que les presten atención deben repetir la fórmula hasta el infinito o apoyarse sobre ese manifiesto y esperar que las cosas sucedan.
En este contexto de cambios e incertidumbre, te regalamos estos siete consejos que pueden guiarte para aceptar el cambio en la organización de la mejor manera posible siempre que toque a tu puerta.
- Reconoce los aspectos positivos del cambio
Ante la necesidad de buscar nuevas alternativas para resolver los asuntos cotidianos, te invito a preguntarte ¿cuáles son las posibilidades que se abren con esta nueva oportunidad de acción?
En general, todo cambio puede ser positivo y verlo es una cuestión de perspectiva.
- Focaliza en lo que puedes controlar
No permitas que el cambio te abrume. Lo nuevo, lo desconocido… Puede a veces llegar con un matiz de miedo a nuestro día a día.
Para abrazar el cambio de una manera efectiva, focaliza tus pasos dentro de tu campo de acción. Es decir: Pone tu atención en la próxima meta, concreta y realizable por vos mismo.
- No hay crecimiento sin cambio
Parte de reconocer el lado positivo del cambio, consiste en ser capaces de visualizar el crecimiento potencial al que nos impulsan las nuevas acciones.
Te invitamos entonces a preguntarte: ¿Cómo puede servir este cambio para mi crecimiento personal y de mi organización?
- Prepárate para los cambios (van a suceder)
Para fluir en el día a día, es importante estar preparado. Los cambios acontecen, muchas veces empujados por factores externos (cuando no es por nosotros mismos).
En este sentido, de nada sirve aferrarse a lo que antes resultaba útil, negándose a ver otras opciones como posibilidad.
- Cambia tu mentalidad para abrazar el cambio
La mentalidad es un factor fundamental para hacer frente a los cambios.
Para adecuarte a esta nueva realidad: ¿Qué cosas necesitas cambiar en tu manera de pensar?
- Acostumbrate a salir de tu zona de confort
Como personas, somos organismos capaces de surfear las olas del cambio. Nuestro cuerpo, nuestras emociones sobrellevan un proceso de adaptación en el que eventualmente salen de su zona cómoda, se despegan del caparazón y se transforman con un nuevo aprendizaje.
Acostumbrarse a salir de la zona de confort, es igual a moldear la mente para ser conscientes de que tarde o temprano transitaremos otra vez el camino de la incertidumbre.
- Todo sucede por una razón
Este último tip o consejo, se propone traerte paz en tu proceso.
“Todo sucede por una razón” implica que todo tiene un fin en si mismo. Sin dudas, una vez transcurrido el momento de quiebre, tanto en tu rol como en toda tu organización serás capaz de vivenciar el cambio con alegría y agradecimiento frente a la transformación.
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Sin importar la resistencia, los cambios ocurrirán en la organización. Es inevitable, y cuanto más rápido sean aceptados, más sencillo será lidiar con ellos.
No solo eso, sino que podrás comenzar a ver al cambio como un amigo en lugar de un enemigo, y abrazar las nuevas propuestas con apertura.
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¿Necesitas ayuda para resolver tu crisis?
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Espero que hayas disfrutado esta información y sobre todo, que te sea útil en tu empresa