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¿Quién es el malo en esta historia?

Estar en medio de una crisis no siempre es sinónimo de interrupción de la actividad empresarial o amenazas directas a la vida, a la propiedad o a los activos. Sin embargo, casi siempre suponen un peligro para la reputación de una organización y su marca, incluso si es sólo a través de la necesidad de demostrar una fortaleza y liderazgo efectivo.

En nuestra nota de la semana pasada, hablamos de la importancia que tiene reconocer el espacio en el que te encuentras, como el primer paso para avanzar hacia una salida. 

Las crisis son en sí mismas oportunidades, te muestran lo que no está funcionando para que puedas tomar acción y hacer las modificaciones que son necesarias y urgentes en tu vida y en la organización. 

En definitiva, declarar la crisis en tu vida es el paso fundacional del cambio.


El piloto automático

Ahora, ¿qué sucede cuando estamos en crisis y vamos en piloto automático, sin declarar lo que nos sucede?

Ante una situación de crisis, existen dos formas en las que como persona puedo relacionarme con mi entorno. Es decir, con las demás personas y/o contextos en los que habito:

  • Dando explicaciones (camino estresante)
  • Siendo creativos

El primer camino, dar explicaciones, implica un discurso interior que cierra posibilidades, que genera estrés y pone el foco en la supervivencia pura y dura.

El segundo camino, abre las puertas a una conversación desde la posibilidad, desde la esperanza. Ser creativo implica mirar más allá del horizonte, sabiendo que nuevas acciones pueden dar lugar a nuevos (y mejores) resultados.


La recursividad del lenguaje

Sabemos que en un contexto de crisis, al tener un rol de liderazgo somos más protagonistas que nadie de las acciones para salir adelante, y de la toma de decisiones que ello requiere.

Frente a esto cabe preguntarse: El cuento que me estoy contando, ¿hacia dónde me lleva?

El diálogo interior que cada uno de nosotros tiene al momento de hacer frente a la realidad, determina el resultado final que tendremos a corto y largo plazo con nuestras acciones.

La relación conmigo mismo hace posible o imposible el resultado que deseo alcanzar

Como dice Einstein, si queremos resultados diferentes no podemos hacer las mismas acciones. Y en efecto, no podemos seguir manteniendo los mismo diálogos.


Poder y Vulnerabilidad: ¿Polos opuestos?

Reconocernos en crisis es, de alguna manera, hacernos cargo de nuestra propia vulnerabilidad. 

En el mundo de hoy, la crisis de una organización se desarrolla en entornos complejos, enmarcada por la velocidad con la que las noticias vuelan y los comentarios se propagan.

En este marco de incertidumbre y volatilidad, ser vulnerable puede ser un riesgo o un ancla.

Será un riesgo siempre que nos dejemos llevar por la desesperación y/o la inacción, pensandonos desde la no posibilidad (Ejemplos de este diálogo interior pueden ser frases como “esto es imposible”, “no voy a lograr nunca resolver esta cuestión”, etc).

Si nos atrevemos a explorar el cambio, a abrazar las nuevas posibilidades, el riesgo será distinto. En este sentido, ser y sabernos vulnerables puede ser un ancla a un estado de autenticidad que me permita avanzar con pasos más firmes y certeros.

Sabiendo que, aunque no conozca del todo mi entorno, me conozco a mi mismo y a mi equipo. Y sé cuáles son las fortalezas que me acompañan en mi camino al logro.


¿Qué significa resiliencia?

Salir del piloto automático que me lleva cada dia a pensar de una determinada forma, poner el freno y reconocerme, es un acto de valor y resiliencia.

Reconocerme en crisis es una decisión.

Y me ubica como protagonista de mi propia historia.

La complejidad de las organizaciones crece día a día, en un mundo de cambio constante. Esto hace que la probabilidad de enfrentarme a situaciones complicadas, difícilmente predecibles e inestables aumente. 

Y con ello la necesidad de que las empresas cuenten con un plan de gestión de crisis que permita resolverlas.

La resiliencia no es sólo cuestión de resistir o de sobrevivir sino de salir fortalecido, de aprovechar positivamente el evento adverso. 

En este sentido, una crisis se puede convertir en una ventaja imprevista. Permite sacar a relucir potencialidades y fortalezas en la misma compañía que en otro contexto no se habrían considerado. Pueden generar mayor creatividad e innovación.

Aunque parezca obvio, en el mundo empresarial altamente competitivo e inestable, las compañías se enfrentan constantemente a multitud de retos visibles y oportunidades invisibles. 

La Resiliencia obliga a desarrollar recursos para afrontar la incertidumbre que ocasiona la crisis. 

Estos recursos no son más que el potencial convertido en talento. 


¿Necesitas ayuda para resolver tu crisis?

Existe un proceso de aplicación para trabajar con nosotros. Tienes que llenar un cuestionario y después tomar una sesión de estrategia en la que analizaremos tu empresa y decidiremos en conjunto si hacemos buen fit. Inicia el proceso de aplicación dando click aquí.

Espero que hayas disfrutado esta información y sobre todo, que te sea útil en tu empresa.

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